Después de un parón en Buenos Aires para solucionar unos temas burocráticos, seguimos con el viaje. Nos pusimos las mochilas al hombro -que aún habiéndonos deshecho de cosas seguían pareciéndonos muy pesadas- y salimos hacia el norte.
¿Dirección? Norte.
Un amigo nos había dicho que pasáramos a visitarlo por Traslasierra, en la provincia de Córdoba, en el centro de Argentina. Mucha gente nos dijo que era muy buena idea visitar esa zona ya que es hermosa, y el calor, ahora en verano, no es tan húmedo y sofocante como en otras zonas. Así que fuimos.
Y la gente no se equivocó.
Un par de dedos, paciencia infinita en Roldán (provincia de Santa Fe), y dormir en carpa en una estación de servicio para llegar al día siguiente a Córdoba capital con lluvia. Ni extremadamente duro, ni mucha lluvia, pero sí muy pocas horas de sueño.
Una vez en Córdoba capital nos fuimos hasta Villa Dolores, uno de los pueblos-ciudades más grandes de Traslasierra, y el camino hasta ahí es espectacular.
Y luego… llegamos a La Población, un pueblito entre San Javier y Merlo por así ubicarlo. Genial, tranquilo, abunda la vegetación verde, los ríos, cascadas, piletones, el cielo azul y el sol resplandesciente, las estrellas con la luna y la simpatía de la gente. Paz.
¡La Población, lugar donde la naturaleza vive!
Toda esa zona es genial, recorrimos La Población y su arroyo nada turístico, San Javier con su mirador, Las Rosas y su feria artesanal, Nono y el museo Rocsen y los piletones del río cercano.
¡¿Recomendable?! SIN DUDARLO.
El dedo funciona, aunque a veces tengas que tener paciencia bajo el sol. La gente es amable y siempre hay algún bus que te lleva a un pueblo si uno desiste del dedo.
Detalles:
Córdoba capital: Es como cualquier otra gran ciudad, capital de su provincia. ¿Indispensable? Eso va a gustos, nosotros estuvimo una mañana, no lo vimos todo… no vimos mucho. Volveremos…
Villa Dolores: Estuvimos de pasada, y sólo llegar la naturaleza abunda, los chicos juegan en la calle y los abuelos toman mate en las plazas. Tranquilo, pero con variedad para poder comprar cualquier tipo de provisiones.
La Población: Pueblo chiquito, tranquilo, con un micro clima diferente a V. Dolores. Caminos por donde te puedes perder por la noche para ver el cielo estrellado o senderos para ir al rio y bañarte solo. Nada turístico, la gente te saluda al pasar sabiendo que uno no es de ahí. Vistas a la sierra, arroyos y muchos muchos olivares.
Yacanto: Pueblito entre La Población y San Javier, tiene un oratorio cerca de la ruta hacia la población y hay algunas posadas lindas para cenar o/y pasar la noche.
San Javier: Con su iglesia histórica, una plaza hermosa donde se juntan viejos, jóvenes y niños normalmente cuando ya cae el sol, al lado ponen una feria (chiquita) y la gente disfruta de la brisa, de algún que otro mate o cerveza y dato a tener en cuenta, tiene un cajero automático que ni La Población ni Yacanto tiene. Además en la plaza hay wifi gratuito… Desde la plaza hay un camino largo que te lleva a un balneario con piscinas, pero si siguen en cuanto se acaba el asfalto, siguen por un sendero de tierra y un poco más allá hay un camino (de pago a día de hoy 25 pesos por persona) para ir al mirador del silencio y pasar por unos piletones (un río con ollas, o piscinas chiquitas donde te puedes bañar). Opción para bolsillos ajustados, justo antes de pagar para esa ruta hay un restaurant que se llama el mirador, puedes ir hasta la terraza, sacar unas fotos y no consumir nada.
Las Rosas: Conocida por su gran feria artesanal de los sábados, es un pueblo lleno de rosales en las calles y en la plaza principal. Dicen que hay un serpentario y un balneario, guasmara los cuales no tuvimos la oportunidad de conocer. Fuimos a la feria, la comida es relativamente barata, hay musica y mil millones de artesanías.
Los Hornillos: Estuvimos muy muy de pasada, y lo único que podemos decir es que en la ruta hay una curva que se llama la curva de la herradura, donde, o bien por ilusión óptica o por energías o extraterrestres dicen algunos, en una subida el coche sube solo muy lentamente, o una pelota también sube sola, o si cae agua hace el mismo efecto…. dicen que dicen.. nosotros no lo pudimos comprobar… muchos coches en la ruta en ese momento. Desde ahí también se ve como en lo alto de la sierra hay un castillo blanco, que dicen que los dueños son una pareja de homosexuales que cuando lo ignaguraron a la fiesta todos tenían que ir vestidos de la edad media y lso recibían como en aquella época con trompetas y agasajos.
Las Rabonas: En auto, visita exprés. Conocida por su lago y arroyo y por ser el segundo ingreso al Dique de la Viña.
Nono: De los pueblos más recomendados de la zona. Con un centro espléndido, con wifi en la plaza nada que envidiar a San Javier, destaca por ser de los más turísticos de la zona. Consta de varios balnearios, algunos de pago otros no. A 5 km está el museo Rocsen (que significa «roca santa» en celta). Museo muy curioso del francés Juan Santiago Bouchon, coleccionista de todo y de cualquier cosa. Desde minerales, joyas, vestidos, televisores, autos… hasta una momia y fetos en formol. La entrada a día de hoy está 100 pesos por escote. Por ese mismo camino hay un rio que no es de pago y va la gente autóctona del pueblo. Con piletones grandes y profundos, muy grande donde puedes estar con los demás o quedarte en un rinconcito tranquilo mojandote los pies.
Mina Clavero: Turístico 100% es conocido por sus diferentes balnearios, ríos, casinos y teatros. Tiene una amplia oferta para desconectar de las ciudades, conectarse con la naturaleza pero poder ir al teatro o al casino.
TRASLASIERRA PODRÍA SER EL NUEVO PARAISO

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Sigan viajando chiquillos, sigan viajando por nosotros!
Que interesante, lo que describen, que ganas de estar pòr allá!!!sigan con el disfrute de conocer, quieranse, y cuidense, besossss
Amo Córdoba, y todos los lugares que mencionan son pequeños paraísos. Qué buen recuerdo me han traído a la memoria y al corazón.
¡Saludos!