Después de pasar más de 15 días entre Pitalito y San Agustín, debíamos seguir hacia el Sur. Así que nuestro siguiente descubrimiento sería Popayán y Pasto.
Desde San Agustín, como estuvimos trabajando bastante decidimos ir en bus hasta Popayán. Era nuestro lujo y recompensa por las postales y audios realizados.
De Popayán no sabíamos mucho, solo que le llamaban la ciudad blanca. De Pasto sabíamos aún menos, Juan por la historia sabía que en algún momento había formado parte de Ecuador… Muchas cosas teníamos que descubrir otra vez en estos nuevos destinos que nos deparaba la ruta.
Vamos a hablar de
Popayán
Poco la conocíamos, pero antes la tuvimos que ubicar en el mapa para situarnos.
Dónde está
La ciudad blanca, así es conocida por los colombianos Popayán, está situada 600 km al sur de la capital, Bogotá. La ciudad está ubicada en el departamento del Cauca. Geográficamente se encuentra ubicada en el valle de Pubenza. Entre la Cordillera Occidental y Central al occidente del país. Su clima se mantiene templado casi durante todo el año, salvo pequeñas variaciones.
Cabe destacar que está situada en un zona de riesgo sísmico alto. Por este motivo Popayán ha sido golpeada por varios terremotos a lo largo de su historia. El más reciente fue durante la mañana del Jueves Santo 31 de marzo de 1983.
Cómo llegamos
Llegamos en bus en unas 6 horas de viaje. El bus lo tomamos directamente en la calle de San Agustín en frente de información turística. Hay dos o tres empresas que salen para allí, así que siempre es bueno preguntar los precios. Cuando uno es extranjero a veces le quieren subir el precio. Nosotros pagamos 30.000 pesos colombianos por persona.
El camino para llegar a Popayán desde San Agustín no es el mejor. Quiero decir, la carretera tiene tramos que es de tierra, no es una vía excelente…
Bueno independientemente de eso, el viaje se nos hizo corto porque dormimos y veíamos una película en el bus. Pero largo porque salimos al medio día y llegamos pasadas las 21 hs a la terminal.
Nos pusimos en contacto con nuestra amiga Lorena. Ella nos indicaría cómo llegar hasta su casa. Era «tarde» para nosotros tomarnos un bus, así que decidimos no arriesgarnos y tomar un taxi directamente hasta allí. Obviamente, antes de subirnos preguntamos a gente en la terminal cuánto nos podía salir la carrera. Y antes de subirnos al taxi le hicimos la misma pregunta.
La ciudad blanca
Popayán es una de las ciudades más antiguas y dicen que mejor conservadas de América, cosa que se puede ver reflejado en su arquitectura (sobretodo en las fachadas) y tradiciones religiosas.
Popayán tiene uno de los Centros Históricos Coloniales más grandes del país y América, con un total aproximado de 236 manzanas de sector histórico. Recorrer el centro puede llevarte casi todo un día. Es muy relajado y nada peligroso (siempre con una mínima precaución como en cualquier lugar del mundo), pasear por el centro.
La gastronomía también tiene grandes elogios en todo el territorio Colombiano, incluso la UNESCO la declaró en 2005 Ciudad Unesco de la Gastronomía.
Nuestra experiencia en la ciudad
Llegamos de noche. Tuvimos que ir hasta la casa en taxi y nuestra amiga todavía no llegaba. Nos me puse nerviosa. Nos sentamos delante de una iglesia. Estábamos a la vista, demasiado a la vista. Nos fuimos a un bar que parecía abierto. Había alguna gente tomando cerveza. Se nos acercó un hombre y nos recomendó no estar por ahí después de las 23 hs porque salían las pandillas.
Le agradecimos al señor, y como no nos dejaban entrar al bar ni a consumir nada, porque decían que estaban cerrando, nos pasamos a una tienda abierta al frente.
Por suerte llegó la policía, a hacer un control. Me tranquilicé. Obviamente a Juan le daba todo eso bastante igual. Por fin llegó Lorena. Nos fuimos a su casa, comimos algo y dormimos.
Durante los siguientes días, Lorena, nuestra anfitriona, nos llevó a comer a lugares populares donde podíamos ver y sentir el día a día de los lugareños. ¡Además la comida estaba deliciosa! Y un menú nos salía por poco más de un dólar 🙂 Nos llevó a recorrer el
centro, que es grandísimo y hermoso. Y para broche final, fuimos a ver el atardecer de la ciudad. Totalmente recomendable. Se ve desde un cerro que está cerca del centro.
Pasamos unos días geniales, junto con Chu, otro amigo taiwanés. Los 4 hicimos muy buenas migas y compartimos excelentes momentos. ¡¡Gracias chicos!!
Imperdibles de Popayán
Si pasas por la ciudad blanca obviamente no te puedes ir sin conocer el famoso centro histórico.
Dentro de él no te puedes perder algunas cosas como por ejemplo la plaza principal, la torre del reloj o algunos museos que son interesante e incluso gratuitos como el museo Guillermo León. Tampoco deberías perderte el parque Caldas o el puente del Humilladero. En este último, por un lado pasaban la gente de bien, los conquistadores vamos, y por el otro más hecho mierda pedazos en su contexto histórico, pasaban el resto.
Por otro lado la festividad y el momento idóneo para visitar la ciudad es en semana santa. Dicen que hay unas procesiones espectaculares y que la gente se vuelca de lleno en las calles. Nosotros no lo pudimos comprobar. Tendremos que volver 😛
Para terminar te recomendamos muchísimo ver el atardecer, no recuerdo cómo era el nombre del lugar, pero es un mini cerro que está cerca del centro donde todos los lugareños conocen y es muy famoso por las vistas de la ciudad. Imagínate ver el atardecer. ¡Espectacular! Y tranquila no es peligroso en esas horas porque hay policía vigilando por todo el cerro.
Nos fuimos a Pasto
Después de pasar 5 días en Popayán ya nos tocaba irnos a Pasto. Nos despedimos de Lorena y viajamos con Chu hasta ese territorio frío de Colombia, Pasto.
Nos fuimos en «bus» por 18000 pesos colombianos cada uno. Tardamos aproximadamente 6 horas en llegar.
La ciudad es más grande de lo que nos imaginábamos, bastante moderna pero con un carácter más andino o más parecido al ecuatoriano que yo podía recordar, que al colombiano que hasta ahora había contemplado. También quizá más parecido a la zona de Boyacá que a cualquier otro territorio de Colombia que habíamos recorrido hasta ahora.
Un poco de historia de Pasto
Pasto durante la época prehispánica fue parte del Imperio inca,y también es conocida como «Ciudad sorpresa de Colombia». El nombre de Pasto se origina en el nombre del pueblo indígena de los Pastos, Pas=gente y to=tierra o gente de la tierra, que habitaba el altiplano Carchi-Ipiales a la llegada de los conquistadores españoles.
Los Pastos fueron un pueblo industrioso, agricultor y conocedor del algodón, y se destacaron por sus tejidos. Ellos estaban bajo el dominio del imperio Inca antes de que llegaran los invasores.
Posicionémosla en el mapa a Pasto. Ésta está situada en el suroccidente de Colombia, en medio de la Cordillera de los Andes en el macizo montañoso denominado nudo de los Pastos y la ciudad está situada en el denominado Valle de Atriz, al pie del Volcán Galeras y está muy cercana a la línea del Ecuador.
Cabe rescatar también que en un periodo de la historia no pertenecía a Colombia sino a Ecuador, de las misma manera que pasó con Arica, ahora Chile, y Bolivia.
Qué ver en Pasto
Nosotros llegamos a la casa de unos amigos que tenían un pub que nos encantó. Por fin empezamos a escuchar rock en Colombia 😛 Ellos nos recomendaron varios lugares para visitar así que no lo dudamos y después de probar algunos canelazos y de dormir decidimos averiguar qué podíamos visitar.
Si bien Pasto es una ciudad con muchas iglesias, también tiene paisajes espectaculares y pueblos que te dejan con la boca abierta. Pero vamos por pasos.
Lo que no te puedes perder de Pasto es:
- El centro histórico (pequeño pero bonito igual)
- La plaza de Nariño (visita obligada, es como las plazas de Bolívar en venezuela)
- Iglesia San Felipe
- Templo de la Merced
- Iglesia del Cristo
- La catedral
Estos serían para nosotros nuestros imperdibles. Además si tienes tiempo puedes irte a la Laguna de la Cocha.

Es un pueblito espectacular que tiene un gran embalse natural de origen glacial. Prepárate para el frío, pero vale la pena. El bus en la ciudad vale 1500 y hay taxis que te llevan por 4500 por persona hasta la laguna. También puedes intentar hacer dedo, a nosotros nos funcionó bastante bien para ir y para volver.
En la Cocha puedes hacer un paseo en barca, los precios están establecidos, no teníamos presupuesto pero seguro debe ser muy bonito recorrer toda esa zona.
Conclusión
Descubrimos la famosa ciudad blanca, paseamos por el centro histórico, disfrutamos de la gastronomía y de sus atardeceres con la ayuda de nuestra amiga Lorena. De ahí nos fuimos a Pasto, que aunque frío el clima nos respetó bastante.
Pasto nos sorprendió muy positívamente, sobretodo sabiendo todas las alternativas que hay a su alrededor. Senderos, lagos… Sabemos que nos dejamos por visitar un lago hermoso, pero no teníamos tiempo, teníamos que llegar a Quito yo allí me encontraba con toda mi familia. Como no, volveremos.
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Hola! Estaré viajando de Popayán a Pasto y no consigo boletos de bus por internet.
¿Saben si es fácil conseguir boletos estando en Popayán?
Muchas gracias por su ayuda y felicitaciones por este lindo proyecto!!
Hola María buenas!! pues en estas fechas a veces se complica, pero si que se puede comprar, por lo general, en la misma terminal. 😉 Gracias de nuevo y un abrazo!!
Pues entendemos que sí María Emilia, disculpa la demora en responder. Un abrazo y gracias por escribirnos!! 🙂